Es una clara tendencia del mercado la búsqueda por incrementar la productividad de los procesos de manufactura, y la neumática no está exenta de esta exigencia. Una excelente medida para abonar a dicho cometido seria eliminar los tiempos muertos o tiempos no-productivos originados por fallas en equipos neumáticos.
¿Por qué fallan los equipos neumáticos?
Cuando los actuadores, herramientas y válvulas neumáticas han sido seleccionados e instalados de forma correcta, la causa de falla es el desgaste de los componentes. En la gran mayoría de los casos este desgaste y deterioro se ve drásticamente acelerado por un suministro de aire contaminado que no cuenta con la calidad requerida para preservar la vida útil de los componentes, llevándolos a una falla prematura.
Los contaminantes que podemos encontrar en el aire comprimido son agua, aceites, microorganismos y partículas sólidas que pueden provenir tanto del medio ambiente, como del propio sistema de almacenaje y distribución de aire comprimido.
De los contaminantes mencionados centraremos nuestra atención en el agua, esto debido a tres factores que la convierten en el contaminante más agresivo para los componentes neumáticos:
- El volumen. Se trata del contaminante más cuantioso.
- La degradación que provoca. El agua deforma los sellos de válvulas y actuadores, genera corrosión en las herramientas neumáticas y lava la pre-lubricación de actuadores.
- La complejidad de remoción. El agua ofrece el reto de presentarse en formas distintas, como liquido condesado, en forma de aerosoles (pequeñísimas gotas suspendidas a manera de niebla) y en estado de vapor, lo que hace imposible que sea eliminada por un solo elemento filtrante.
Fig.1 Daños causados por humedad en el aire comprimido
En el punto de uso la solución tradicionalmente utilizada para preparación de aire es la unidad de mantenimiento básica, también llamado FRL (Filtro-Regulador-Lubricador).
El FRL cuenta solo con un elemento para para la remoción de contaminantes, el filtro de partículas. A menudo este filtro de partículas resulta insuficiente para cubrir todo el espectro y volumen de contaminantes presentes en aire comprimido.
Solución optimizada de tres elementos
La preparación de aire ha evolucionado para responder al nivel de las exigencias actuales de desempeño y confiabilidad, la solución optimizada cuenta con tres elementos de remoción de contaminantes, estos son:
- Separador de líquidos. El primer elemento de remoción es el separador de líquidos, este dispositivo elimina de forma eficiente los líquidos condensados presentes en el flujo de aire comprimido protegiendo las válvulas, actuadores e incrementado la vida de los elementos filtrantes posteriores.
- Filtro de partículas. Puede estar en combinación con regulador de presión (como el mostrado en la fig. 2), remueve las partículas sólidas con un elemento de 5 micrones y ofrece una segunda etapa de eliminación de condensados.
- Filtro coalescente. Este se coloca después del filtro de partículas, siempre trabajado en pares. Remueve el agua en aerosol y partículas submicrónicas por medio de un elemento filtrante de 0.01 micrones.
Fig.2 Preparación de Aire con 3 elementos de remoción de contaminantes
En caso de requerirlo se puede adicionar un lubricador después de los filtros, el lubricador agrega una fina niebla de aceite al aire comprimido para reducir la fricción en los actuadores. Algunos consumidores que requieren aire lubricado pueden ser: herramientas de mano, motores neumáticos y cilindros con camisa de acero, cabe mencionar que no todos los elementos neumáticos requieren lubricación.
El resultado de emplear esta solución optimizada de preparación es una mejor calidad de aire comprimido que puede mantener al sistema neumático operando de manera estable y continua, sin paros no programados debidos a fallas prematuras, ni reducción en el desempeño debido a fugas en los sellos.
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